martes, 12 de mayo de 2015

Diario de un viaje inolvidable


París, historia de un amor platónico

Día 1

Eran las tres de la mañana, no había dormido nada, algo grande me esperaba al salir de casa. Era un 2 de abril de 2011, era el día en el que por primera vez cogería mi maleta y saldría fuera de la frontera del país, hacia la ciudad del amor, París.

Nervios, nervios en cada una de las extremidades de mi cuerpo. Con los ojos bien abiertos, ignorando como la ciudad dormía, me dirigí en coche hacia la estación del bus donde mis compañeros del colegio me esperaban tan anhelantes de París como yo.
El viaje en bus fue largo, pero se compensó con el corto trayecto en avión desde el aeropuerto de Barajas hasta París. Tanto, que llegamos con media hora de adelanto.
Torre Eiffel

París amanecía con un sol radiante que iluminaba la ciudad. Lo primero que hicimos nada más dejar las maletas en el hotel fue pasear por el Trocadéro, navegar por el Sena y subir a la Torre Eiffel, después de casi dos horas y media de cola. Además tuvimos la suerte de que anocheció y pudimos ver la ciudad iluminada desde las alturas, en ese momento juré que nunca vería nada más bonito.
Cansados de hacer cola para el ascensor decidimos bajar de la segunda planta hasta abajo del todo, unos 700 escalones a pie. Por si no fuera poco, andamos 5 kilómetros más hasta llegar al hotel  donde pudimos descansar  y recuperar energía para lo que nos aguardaba el día siguiente.

 Día 2


Por la mañana, fuimos a Versalles, a pesar de que nos perdimos con los metros, al final conseguimos llegar, por desgracia una gran cantidad de turistas impidieron que entrásemos en los interiores del palacio. Así que tuvimos que improvisar, y  fuimos a visitar los jardines bajo el día soleado que se repetía en la ciudad. Pudimos asistir a varios espectáculos en los alrededores, tales como los de las fuentes, en los que los chorros de agua se movían al ritmo de la música.

Vistas desde el Arco del Triunfo
A la hora de comer fuimos a la brasería típica parisina. Por la tarde, después de estar andando 5 kilómetros llegamos a los Campos Elíseos hasta el Arco del Triunfo, y subimos sus 284 escaleras de caracol. Todo fuera por disfrutar posteriormente de las vistas.

Y para finalizar la noche visitamos la Plaza de la Concordia, para después ir a cenar unas crêpes enormes con chocolate.


Día 3

Hoy era nuestro último día entero en París. Y para no malgastar tiempo a las 8:30 de la mañana ya estábamos levantados.
Basílica del Sagrado Corazón
Después del desayuno, marchamos dirección hacia el pintoresco barrio de Montmartre, donde visitamos el Sagrado Corazón, una de las imágenes más bellas que han captado mis ojos. También paseamos por la calle de los caricaturistas, donde pudimos comprar algunos souvenir para amigos y familia, fuimos al bar de la famosa película de Amélie y observamos el Moulin Rouge desde la lejanía mientras tomábamos un chocolate caliente en un Starbucks.
Más tarde nos dirigimos a una de las catedrales góticas más importantes del mundo, Notre Dame, con sus inconfundibles gárgolas. Después de visitarla por dentro con sus gigantescas y coloridas vidrieras, subimos 300 escalones para llegar hasta el campanario, una inmensa y pesada campana aguardaba en una de sus torres.

Para comer fuimos a un Burguer King y después de una hora de sobremesa, nos fuimos al Louvre donde tras una larga caminata por las instalaciones conseguimos llegar a la Gioconda española que en esos momentos se encontraba allí, en una de las cámaras secretas del museo.
Después del museo, volvimos al hotel para descansar un ratito antes de ir todos a un bar para ver el partido del Real Madrid.
Tras la cena, nos fuimos hasta los Campos Elíseos para verlos por última vez y como era nuestra última noche en París, nos permitimos llegar un poco más tarde de lo normal.

Es posible que hoy hayamos caminado unos 20 Kilómetros, pero han merecido bien la pena.

Interiores de Notre Dame
Día 4

Esta mañana nos hemos levantado un poco más tarde que en los días anteriores.
Dedicamos la última mañana parisina a pasear por la Ópera de París y por las Galerías Lafayette, un enorme centro comercial por el que pudimos realizar alguna compra.

Llegamos sobre las 14:30 horas al aeropuerto, tristes, con los hombros caídos por aquellos maravillosos días que dejábamos atrás.
Una vez en tierras españolas, estuvimos cenando en el aeropuerto mientras esperábamos la hora para coger el autobús.
Por fin, sobre la una de la madrugada llegamos a nuestro destino.

Este viaje fue una gran oportunidad para conocer a la gente, el lugar y el idioma de una cultura diferente.
En apenas cuatro días pudimos visitar los sitios más emblemáticos de París, lugares con los que siempre había soñado. Ahora echo la vista atrás y recuerdo este viaje pensando que valió la pena todo el cansancio y las caminatas que nos pegamos. Las risas, anécdotas y recuerdos quedan ahora grabados en nuestra memoria para siempre.

Fue más que un viaje, fue una experiencia inolvidable que no dudaría en repetir.


Fuentes: yo,  fotos  tomadas por mí

Lucía Poyo Vallina

1 comentario:

Free Humming Bird 2 Cursors at www.totallyfreecursors.com