Plasencia, situado en
el norte de Extremadura, es el segundo núcleo más importante de
Cáceres, y no sólo por ser uno de los municipios más poblados del
norte de Extremadura, sino por todo el legado histórico y cultural
que lleva a cuestas.
Esta ciudad ubicada
entre Monfragüe, el valle de Alagón, el Jerte y la Vera fue fundada
en 1186 por Alfonso VIII de Castilla y establecida en esta ubicación
debido a estrategias militares de la Reconquista. La Perla del Jerte,
llamada así por ser la capital del Valle del Jerte, ha sido testigo
de acontecimientos tan importantes como la boda de Juana la
Beltraneja y posee numerosos rincones y monumentos históricos que
todo viajero querrá descubrir.
El Abuelo Mayorga en la torre del Ayuntamiento |
Lo más bonito de esta
ciudad es que podrás recorrer sus calles rodeadas de su antigua
muralla, edificada en 1178, que rodea todo el casco histórico y que te
llevará a los lugares más destacados de esta localidad. Entre ellos
la famosa Plaza Mayor, famosa por estar presidida por el Abuelo
Mayorga, una estatuilla que da las horas a todos los placentinos, y
que se encuentra situado en la torre del reloj del Ayuntamiento. En
esta plaza también disfrutaremos de el popular mercado que desde la
Edad Media se hace todos los martes, y donde acuden gran cantidad de
agricultores y hortelanos de la zona.
Plasencia es la sede de
la diócesis del mismo nombre. Entre sus monumentos religiosos más
importantes está su Catedral, de estilo gótico-renacentista, dónde
encontramos dos edificios solapados; la Catedral Antigua o Iglesia de
Santa María construida en el siglo XIII, y la Catedral Nueva
construida en el siglo XVI. El municipio cuenta con 13 iglesias
parroquiales, entre las que destacan: El Salvador, de estilo
románico, que da nombre a la plaza donde se sitúa, San Esteban y
San Pedro. Otros edificios religiosos que podemos encontrar en esta
ciudad serán: el convento de los Dominicos, que destaca por albergar
el conocido Parador Nacional de Plasencia; o el Santuario de la
Virgen del Puerto situado a cinco kilómetros del centro de la
ciudad, en el puerto del camino que unía la ciudad con la Vía de la
Plata. En este santuario encontraremos la imagen de la Virgen del
Puerto amamantando al Niño. Esta virgen es la patrona de Plasencia,
no se sabe a ciencia cierta su origen, pero se cree que data del
siglo XV.
Catedral Antigua de Plasencia |
Ermita de la Virgen del Puerto |
En nuestra ruta por
Plasencia, también encontraremos numerosos palacios y casas
señoriales; entre los que no pueden faltar por ver el Palacio del
Marqués de Mirabel, construido en el siglo XV como edificio
fortificado para el conde Don Álvaro de Zuñiga. También es
importante visitar la famosa Casa de las Argollas, adornada con las
argollas que le dan nombre y con el antiguo escudo del linaje de los
Nieto.
Aunque esta pequeña
ciudad sea reconocida por su gran cantidad de iglesias y parroquias,
también es conocida por sus fiestas locales, dos de ellas declaradas
Fiestas de Interés turístico regional; la Semana Santa y el Martes
Mayor, este último celebrado el primer martes de agosto.
Durante tu visita a
Plasencia, no te puedes olvidar de probar las típicas tapas
extremeñas como el zorongollo extremeño (tapa de patatas,
pimiento, jamón y cebolla) o la morcilla patatera, acompañada de un
buen vino de Pitarra, servido directamente de las barricas de barro.
Explorador, ya puedes
coger tus maletas y escaparte a esta maravillosa tierra, que aunque
muchas veces el tiempo no acompañe y haga demasiado calor, es la
ciudad ideal que todo viajero tiene que visitar.
María Martín Hoyas
Fuentes de información: Wikipedia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario